Primero que todo, asesórese por un médico veterinario o por alguien idóneo del tema para poder así elegir una raza o tipo de mascota determinada. Siempre hay que tener presente su estilo de vida, sus hábitos y preferencias (vida sedentaria o mucho tiempo al aire libre), el tiempo que Ud. dispone para dedicarle, si tiene niños pequeños o más grandes.
Luego, con todo esto presente, busque una mascota acorde a todas esas variables, para así poder elegir a la mejor mascota, para usted y sus hijos.

Si va comprar un perro o un gato, es importante que se fije en el lugar donde nació y creció el cachorro. Busque siempre cachorros criados en casas donde aún vive con su madre.
También vea bien el tipo de ambiente en que se desarrolló su futuro cachorro: que haya estado en un patio lleno de estímulos como plantas, pasto, juguetes, niños, otras mascotas y que no haya pasado su vida de cachorro en un lugar no adecuado, con frío y sin estímulos positivos.
La estimulación del cachorro desde su primer día de vida es crucial, ya que son cachorros mucho más sociables y más equilibrados emocionalmente.
Disponer de un lugar tibio y abrigado para el cachorro. En lo posible llevar algún pedazo de tela que tenga el olor de su madre y hermanos, junto con alguna prenda vieja que nos pertenezca y que lleve nuestro olor.
Si es invierno, es mejor que el cachorro quede dentro de casa o en un sitio aislado. Si deseamos que el cachorro comparta nuestra habitación, dejarlo lo más cerca de uno.
Si llora por subirse a la cama, acariciarlo y jugar con él antes de acomodarlo con uno, recuerde que siempre la interacción la debe iniciar el dueño, el cachorro debe sentir que la decisión fue nuestra y no exigida por él.
Ningún animal hace sus necesidades en el lugar donde come o duerme, por ello, si disponemos de un diario o una caja con arena sanitaria para este efecto, es aconsejable ubicarla a algunos pasos de distancia de su ‘dormitorio y comedor’.
Los cachorros pequeños duermen bastantes horas al día, y despiertan por la necesidad de orinar o de comer, por ello, una vez que se despierte, es bueno que lo acerquen al lugar destinado como baño; del mismo modo, cada vez que coma, es probable que defeque a los pocos minutos.
Cuando el cachorro está buscando un lugar para evacuar, olfatea con mucho interés, usualmente se da unas vueltas. Por ello, cuando vean al cachorro en esta actitud, se le toma suavemente en brazos llevándolo al lugar adecuado, esperar que haga sus necesidades, jugar un rato con él y felicitarlo si lo hizo en el lugar correcto.
Lo ideal para un adecuado entrenamiento sanitario es prever lo que hará el cachorro, y no castigarlo, ni frotar su nariz en sus suciedades. Cuando al cachorro se lo saca al patio para tales efectos, o a pasear (ya más grande), es bueno jugar con él después de que halla evacuado, ya que muchas veces asocian que cada vez que hacen son llevados de vuelta a casa y 'encerrados' de nuevo, y tienden a aguantarse y no hacer durante los paseos, para que estos sean más largos, y evacuan en casa (o en el departamento).
El cachorro debe disponer de sus propios juguetes, y, al igual que los niños, ir rotándolos para que se sienta motivado con cada ‘nuevo’ juguete. No hay que pasarle zapatos viejos o ropa que ya no usemos, porque él no podrá discernir entre lo suyo y lo tuyo, todo tiene el mismo olor. Cuando veamos al cachorro mordiendo algo que no debe, como la pata de una silla, las protecciones del auto, cojines, etc, hay que indicarle que eso no se debe y pasarle un juguete ‘nuevo’, felicitándolo cuando comience a jugar con él.
Si tiene fijación por algo prohibido, se puede cambiar de lugar ese objeto, haciéndolo inalcanzable, aplicar repelente (junto con pasta de zapatos funciona bastante bien en los muebles), distraerlo antes que inicie la secuencia de destrucción, y evitar su acceso a ese lugar sin una vigilancia adecuada. Estás técnicas también son válidas cuando el cachorro elige un lugar inadecuado como baño, donde además, se pueden usar bloqueadores de olor libres de amoniaco.
El cachorro es una máquina de tragar, por ello hay que tener cuidado con los juguetes chicos, las bolitas de vidrio, los pinches, colletts, elásticos, pulseras, anillos, globos, chupetes, medias, y todo lo que se pueda llevar a la boca, tragarlo y causar una obstrucción intestinal. Los juguetes más adecuados son pelotas, peluches y monitos de plástico más grandes que su boca, una botella desechable sin tapa, con pellets en su interior los mantiene ocupados bastante tiempo.
También juguetes interactivos como el Buster Cube o el Kong, que se rellenan con alimento, captan el interés del cachorro quien trata de sacar de su interior tan deliciosa recompensa. Los cachorros sienten especial fascinación por las plantas, y es casi inevitable que hagan hoyos o rompan algunas macetas. En ese caso trate dentro de lo posible de dejar las plantas fuera de su alcance y poner algún tipo de cerca para que el cachorro no pueda llegar al lugar con plantas.
Bibliografía
1.- Maricarmen Barba. “Desarrollo psicosocial del cachorro”. [en línea]. Chile, Acupuntura Veterinaria, [http://www.acupunturaveterinaria.cl/pdf/cachorroideal.pdf], [Consulta: 15 Abril, 2008].